El próximo domingo, 29 de mayo, se celebrará en la plaza de toros de Valladolid la 2ª novillada sin picadores del ciclo de promoción que la empresa Vallisoletana de Tauromaquia, S. L. organiza, con la colaboración del Excmo. Ayuntamiento de Valladolid, como fomento de la Fiesta y la afición.
Ante seis novillos de la ganadería salmantina de Olga Jiménez Fernández actuarán los siguientes novilleros:
JAVIER CASARES de Medina del Campo (Valladolid)
MARTÍN ESCUDERO de Galapagar (Madrid)
TOMÁS CAMPOS de Llerena (Badajoz)
CARLOS OJEDA de Almería
SERGIO FELIPE de Albacete
ÁLVAREZ ORTEGA de Madrid
La novillada comenzará a las 6 de la tarde.
Los menores de 21 años tienen acceso de forma gratuita a la plaza de toros y el precio de las localidades para el público en general es de 10,00 €.
Recordamos que los tres triunfadores de este ciclo de novilladas, que tuvo su primer acto el pasado sábado día 14, actuarán en la novillada que se organizará dentro de la Feria de Ntra. Sra. de San Lorenzo del próximo mes de septiembre.
24 de mayo de 2011
13 de mayo de 2011
Leandro, herido en la plaza de toros de Valladolid
El diestro Leandro resultó hoy herido de gravedad, al ser empitonado en la plaza de toros de Valladolid por el segundo astado de la tarde y sufrir una cornada de 16 centímetros en el muslo izquierdo.
Leandro, que no podrá torear mañana en la quinta corrida de San Isidro, en Madrid, fue operado en la enfermería del coso por el equipo del doctor Antonio María Mateo.
El matador, que fue ingresado en la Clínica del Sagrado Corazón de la capital vallisoletana, recibió la cornada -de doble trayectoria- sobre otra anterior que ya tenía cicatrizada, según el parte médico.
Leandro fue cogido por el segundo toro de la tarde del primer festejo de la Feria de San Pedro Regalado -con el que se abrió la temporada en el coso de Valladolid-, poco después de rematar el saludo de verónicas al primer astado de su lote, de la ganadería de María del Carmen Camacho.
Visiblemente disgustado se mostró el diestro herido mientras era acompañado a la enfermería del coso -a la que, no obstante, entró por su propio pie-, ya que mañana estaba anunciado en la quinta corrida de la Feria de San Isidro, en la que no podrá participar.
EFE - Agencia EFE -
11 de mayo de 2011
La pintora vallisoletana Cristina Rivero expone su obra de temática taurina en los pasillos de la plaza de toros de Valladolid durante la feria de San Pedro Regalado
Cristina Rivero (Valladolid 1972) es una pintora autodidacta que se inspira para sus cuadros únicamente en el motivo taurino con una visión personalísima basada en la geometría.
Ha expuesto, desde 1996, en unas veinte ocasiones, casi siempre en la Galería Molina-Art, coincidiendo con las ferias taurinas de mayo o septiembre.
La entrada a la exposición será libre durante las mañanas de los días de festejos.
Ha expuesto, desde 1996, en unas veinte ocasiones, casi siempre en la Galería Molina-Art, coincidiendo con las ferias taurinas de mayo o septiembre.
La entrada a la exposición será libre durante las mañanas de los días de festejos.
4 de mayo de 2011
Valladolid festejará con flores y toros a su patrón
La tradicional novena religiosa, una ofrenda floral y una feria de toros bajo su protección exaltarán, a partir de mañana en Valladolid, la figura del monje franciscano Pedro Regalado (1390-1456).
Los profesionales taurinos no dejaron pasar por alto uno de los milagros que se le atribuyen a Pedro Regalado, alcanzado en las inmediaciones del cenobio franciscano de El Abrojo, situado en Laguna de Duero (Valladolid), donde amansó un toro desmandado que humilla la testuz y los cuartos delanteros ante su egregia figura. Esa imagen es la más frecuente y conocida dentro de la iconografía del santo, que también han contribuido a difundir las esculturas de plata con que el Ayuntamiento de Valladolid, desde hace más de medio siglo, premia anualmente las mejores actuaciones de la tradicional y centenaria feria de septiembre. Al santo le cumple también el honor de abrir cada año la temporada taurina en la ciudad de Valladolid con una corrida de toros que forma parte de una feria chica a él encomendada. Falleció en La Aguilera (Burgos) y allí fue enterrado el cuerpo de quien fue canonizado en 1746 por Benedicto XIV y desde entonces declarado patrón de la ciudad y de la Archidiócesis, a quien el Ayuntamiento de Valladolid dedicó una calle en el siglo XIX. La cofradía que lleva su nombre acaba de cumplir tres siglos de vida desde su fundación en 1710, en principio como congregación de ánimas pobres del cementerio de la parroquia de El Salvador y, seis años después, ya que seis años después se unió a la de Nuestra Señora del Refugio para impetrar por las almas de quienes morían sin confesión. La novena comenzará mañana en la parroquia de El Salvador y concluirá nueve días después, justo el 13 de mayo, festividad del patrón, cuando se celebrará una ofrenda floral, una misa con la corporación municipal en pleno y el nombramiento como cofrade de honor al Ayuntamiento en la persona de su actual alcalde, Francisco Javier León de la Riva. Un día después, el 14 de mayo, serán clausurados los actos del tercer centenario de la cofradía con una misa y peregrinación al lecho de muerte de San Pedro Regalado, en el monasterio de la Vid, situado en La Aguilera (Burgos).
2 de mayo de 2011
Homenaje al diestro
Coincidiendo con su temporada de despedida de los ruedos, el Museo Taurino de Valencia con la colaboración de la Fundación Cajamurcia, produce esta exposición que rinde homenaje a la trayectoria de este diestro, que ha conseguido casi todo lo que cualquier torero puede pretender. Dejando, además, el recuerdo de ser uno de los matadores más sorprendentes de este cambio de siglo.
Lugar: Aula de Cultura de Cajamurcia en Valencia, hasta el 13 de mayo de 2011
Horario: Del 05 de Abril al 13 de Mayo:
Martes a viernes de 17.30 a 20.30h
Sábados de 11 a 14h
Vicente Barrera La elegancia del valor
Poco podía imaginar el joven Vicente Barrera Simó,cuando distraídamente veia alguna corrida de toros en televisión, que terminaría siendo parte importante y destacada de la historia del toreo.
Aunque su abuelo paterno, el gran Vicente Barrera Cambra, es uno de los grandes nombres de la tauromaquia, su relación con el mundo de los toros fue tardía y no efectiva hasta mucho mas tarde, una vez terminados sus estudios de Derecho. Nadie, ni él mismo, pensaba entonces que aquel Barrera podía llegar a ser torero, y menos, figura.
En casa no era de toros de lo que más se hablaba y, ni su padre ni sus tíos habían tenido especial relación con este mundo. Ya se había encargado el torero, y mucho mas la mujer del torero, de mantener a sus hijos alejados de todo lo que tuviese que ver con toros, estoques y muletas, no dejando apenas recuerdos del glorioso paso por las plazas de quien fue uno de los matadores más destacados de la llamada Edad de Plata del toreo
Pero un buen día descubrió la magia de este mundo. Sintió la llamada de los genes y decidió que quería ser torero. Se busco la vida como pudo. Iba a los tentaderos en autobús, haciendo amigos que le orientasen dónde, cómo y cuándo podía torear y, con insistencia, logró que lo incluyeran en un festival en la poblacion manchega de Munera, ciudad barrerista por antonomasia. De ahí en adelante fue cubriendo etapas con rapidez hasta llegar al gran bombazo en 1993: Una novillada en las fallas en las que se descubrió para el mundo a un novillero que mostraba unas cualidades extraordinarias.
Poco después se convertía en el primer valenciano que abría la Puerta del Príncipe, y unos meses más tarde, Curro Romero le daba la alternativa en la Feria de Julio de Valencia, haciendo dieciocho temporadas como matador de toros.
En estos casi 20 años en los que ha cumplido prácticamente todos sus objetivos, hasta lo que será su campaña de despedida de los ruedos, Vicente Barrera ha pasado dejando la impronta de torero de extraordinaria personalidad, y una elegancia innata pocas veces vista, vertical, con sentido del temple y de imponente valor y serenidad, que en sus comienzas asustó por su espontáneo y natural desapego por el riesgo, pisando unos terrenos muy comprometidos, dando importancia a todo lo que hacía, y asumiendo un riesgo que le dio vitola de distinto y especial entre los buenos aficionados, pero que le costó, también, no pocas cornadas.
Pero esa es la grandeza del toreo. Y él la tuvo, y en grandes dosis, consiguiendo algo vedado para la inmensa mayoría de los mortales, ser torero, y además, y durante varios años, figura.
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