Tras varios años como becerrista, decide debutar con picadores, pero por motivos de su corta edad no lo puede hacer en España, por lo que decide viajar a México. En México se convierte en un ídolo,y, con una experiencia de casi 300 festejos entre becerradas y novilladas, tomó la alternativa a los quince años y once meses, lo que le convirtió en el diestro en hacerlo a más temprana edad de toda la historia.
Fue la última gran revelación de la tauromaquia del siglo XX, su presencia llenaba las plazas.
Con el paso de los años fue adquiriendo madurez y su toreo ganó en hondura.
Es completo en todos los sentidos, y une el mejor toreo con el valor más sereno.
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